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De Córdoba al Garden
Gran momento para Facundo, que aprovechó su oportunidad ante las bajas y está demostrando que puede ser valioso en la rotación. ¿Qué habló con Spike Lee?
Desde el sábado a la tarde, lo único que me dice la gente es: “Más vale que pongas en el newsletter lo que habló Facundo con Spike Lee”. Me usan. A nadie le interesa mi pluma, nadie valora mis investigaciones estadísticas ni mis análisis profundos de la situación del boss. Lo único que quieren es intimidad. Estoy dolido e indignado. Pero bueno, como me debo a mi comunidad, sin más remedio, le escribí a Facundo a ver si me contaba algo. Me clavó el visto. Otro que me tiene podrido. Bien que cuando le iba para el orto hace un par de semanas, valoraba mis mensajes de respaldo.
Le escribí entonces a Alcides, un amigo vinotinto que desde hace ya algunos años se dedica a estafar turistas con su disfraz de Mario Bros en la zona de Time Square. Recordaba alguna charla en la que me había comentado que le gustaban los Knicks y que un par de veces había presenciado juegos en el Garden. Su respuesta fue muy dura: lo habían deportado por no tener papeles.
Le escribí entonces a Gerardo, un mozo que conocí en 2013, cuando viajé por primera y última vez a NY. El Gera, parcero y cocainómano, en aquél entonces, laburaba en el resto de un directivo de la franquicia y a veces caía en el lugar el mismísimo Lee. Su respuesta me ilusionó: “Tanto tiempo Renzo. ¿Tu te refieres al encuentro que tuvo con el argentino Campazzo?”. “Sí”, acoté. “¿El encuentro que tuvieron a pie de pista durante el ET del encuentro con Denver?”, interrogó. “Sí”, sostuve, ya con menos predisposición. “Ah sí. Vi algo en redes, pero no sé de qué hablaron. Igual yo no estoy más en ese restaurante. Volví a Bogotá”, concluyó. La concha de su madre. Estaba perdido. No tenía más opciones. Pensé en el despido. Sudé. Pero a la vez reflexioné, conmigo mismo: “Tampoco es que estoy obligado a conseguir diálogos. A mí se me paga por informar. Y a eso me voy a dedicar: a in-for-mar”. Y me puse a escribir.
Al igual que la temporada pasada, los Nuggets han caído en una racha adversa con las lesiones y no paran de perder soldados: a las bajas de Porter y Dozier (ya no volverán en la 21/22), ahora perdieron a Rivers (Covid), al nene Hyland (contacto estrecho) y al fumaporro de Bol Bol (contacto estrecho). En ese contexto desolador, Facundo aprovechó la oportunidad y recuperó protagonismo. Lleva siete partidos consecutivos con al menos 26 minutos y sus estadísticas personales han crecido de manera concreta. Nunca había tenido una seguidilla de siete juegos anotando al menos siete tantos. ¿Puede dar más? Por supuesto. Pero el paso al frente ya merece valorarse. El tema es que el equipo está en un bache de rendimiento y confianza. Parecía romper la atmósfera negativa luego de un triunfazo ante Miami, en Miami, pero después perdió con Orlando (penúltimo del Este). El cierre de la semana, al menos, fue con una sonrisa frente a Knicks. Allí Facu aportó ocho puntos y cuatro asistencias, con este golazo como acción más destacada.
Ahora vendría la parte en la que pongo los próximos partidos, la tabla, me despido y a la bosta. Pero no. Porque el señorito se puso a hablar con este hombre Spike Lee en el entretiempo y ahora tengo a toda la comunidad de TF preguntando de qué garcha dialogaron. No sé qué hablaron. ¿Qué quieren que les diga? ¿Prefieren que invente? A mí me importa muy poco. Mientras ustedes están paveando en Instagram yo estoy leyendo a Cortazar o bien sirviendo pintas en la cervecería de Ortuzar. No tengo tiempo para pavadas. De todos modos, me jugué una última ficha y le mandé mensaje privado a @officialspikelee, un tipo con 2,1 millones de seguidores. Le puse: “Hola querido, acá Renzo, de TF. Mirá es una larga historia el motivo de este mensaje. Yo mucho no te tengo. Tampoco me gustan tus películas. Pero trabajo para Facundo Campazzo, el chico que saludaste ayer, y me gustaría saber qué hablaron. Ojalá puedas responderme. Un giganto abrazo. Y no lo olvides: tus películas son realmente pésimas”. Después de eso me puse a ver el calendario de Denver y me olvidé del tema.

Esta semana, Denver tendrá cuatro juegos : Chicago, New Orleans y San Antonio (x2). Todos como visitante. Debe rescatar al menos dos para que no empiece a ponerse oscuro su panorama en el Oeste, donde la paridad nuevamente es total. En este momento el conjunto de Malone tiene récord de 11 triunfos y 11 derrotas.
Bueno, dejaría acá si no fuera porque el gran (me pongo de pie) Spike Lee respondió el mensaje. Contra todos los pronósticos. Qué director de la hostia. Acaso el máximo referente que haya dado la historia estadounidense a nivel cinematográfico. Es increíble que haya gente que lo cuestione. En fin. Me dijo: “Hola camarada. Sí, estuvo con Campazzo. Ser un gran chico (NdR: parece que usó Google Translate). Le pregunté de dónde era y me respondió que venía de Argentina, como Pablo Prigioni. Después él me preguntó a mí si lo recordaba a Pablo y le dije que por supuesto. Oh Pablo, qué gran jugador. Sobre el final del encuentro decirle que me encantaba cómo jugaba, su entrega, su compromiso, su agresividad para competir. Oh men. Cuánto me gustaría ver un chico así en Knicks. Campazzo is amazing. Creo que la parte final del encuentro la entendió a medias. Se nota que no le sobra nada con el inglés. Gracias por tu mensaje y chupame bien la chota con lo de las películas, fracasado. Hablamos. Bye”.
Todavía sigo impactado. No esperaba la respuesta. Qué tipazo. Me despido a lo grande. No olviden suscribirse al newsletter. Espero poder pelear un aumentito con este bombazo. Ustedes ayúdenme con la difusión. Los quiero muchísimo. Y nos vemos la semana que viene.
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